La Organización
Internacional para las Migraciones (OIM) refuerza su exigencia para “una
migración segura y legal”. Su director general de la OIM, William Lacy Swing,
aboga por “tratar la migración con “sensatez” y “sin difamaciones. Muchas
personas han sostenido que para hacer frente a los problemas relacionados con
la movilidad humana es necesaria la gestión de la migración con seguridad que
involucre a todas las partes”, decía.
Igualmente, Swing subrayó
que “el mundo requiere hoy día un liderazgo para gestionarla de manera segura y
legal” y que “es hora de que las sociedades maduras demuestren que van a hacer
lo necesario para que este matrimonio funcione”. Asimismo, denunció que “algunos
medios de comunicación y sectores de la sociedad han tratado de describir la
migración como un mal social, dejándose llevar por un pánico ignorante: un
divisor de las familias y las comunidades, un caldo de cultivo para el
fanatismo” y que observa “un debate unilateral que se concentra en el miedo, la
negatividad y la seguridad”.
No obstante, señaló que
cree “sinceramente que las comunidades seguirán abriendo sus corazones y sus
brazos para estrechar a los cansados y oprimidos” y recordó que, “aunque algunos
líderes nacionales ponen objeciones, la Organización de las Naciones Unidas,
fundamentada en un debate mundial de bases, subrayó la importancia de la
migración en su plan para el desarrollo humano: los Objetivos de Desarrollo
Sostenible”.
En este sentido, Amnistía
Internacional (AI) exigió recientemente a los gobiernos que protejan a los
migrantes que huyen por las mismas rutas y están expuestos a los mismos
peligros que los refugiados. “Mientras en 2015 la atención mundial se centraba
en la crisis global de refugiados, las personas migrantes permanecían
básicamente invisibles”, denunció la directora de AI en el sureste asiático,
Champa Patel.
“Al igual que las personas
refugiadas, están expuestas a la explotación de los traficantes de personas, a
la detención y a la muerte en rutas peligrosas e irregulares”, recordaba. Desde
AI no quisieron olvidar la ruta que siguen los migrantes procedentes de México
y otros países de Centroamérica para llegar a Estados Unidos, “una de las más
peligrosas del mundo”, señalaron.
Deia
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