quinta-feira, 18 de setembro de 2014

Homilía del Cardenal Ricardo Ezzati

Em el dia de la Independencia de Chile ,el Cardenal habla de Brindar uma acogida digna a los Imigrantes en Chile

Y volviendo la mirada a nuestra historia, que es otra fuente de convicciones y esperanzas por ser el espacio donde construimos nuestra convivencia, a veces difícil, basada en el derecho, en la justicia y en el servicio a los más desposeídos, no hay que olvidar otros volúmenes que fueron escritos con la vida y las gestas de quienes nos antecedieron. Ahí están los pueblos originarios que nos han heredado una singular riqueza cultural. También la de quienes llegaron desde el viejo continente en espíritu de conquista y deseos de establecerse en las tierras de la Nueva Extremadura. Ambos nos marcaron con su dignidad y su bravura.
Desde entonces fue creciendo nuestra historia con variados aportes culturales de migraciones, que han dejado su huella en nuestra fe cristiana así como en la cultura, la enseñanza, la empresa, la agricultura, las artes. Gentes esforzadas que llegaron a Chile, a veces, en precarias condiciones económicas y supieron establecerse y desarrollarse en esta tierra de acogida. A ellos se suma el intercambio más permanente entre chilenos y argentinos que van y vienen de acuerdo a los azares de cada historia. Hoy nuestra tierra ha atraído a nuevos invitados a la mesa de todos, especialmente desde el lejano y el medio Oriente, y desde países cercanos, como Bolivia, el Perú, Colombia, Haití, y a un rosario de rostros llegados de diversos continentes. Más razón para brindar una acogida digna y cálida a los inmigrantes, verificando "como quieren en Chile al amigo cuando es forastero…".
La globalización, la movilidad humana, la facilidad de los desplazamientos, el turismo y la misma civilización digital, nos han ido enriqueciendo y desafiando con diversos aportes culturales, nuevas costumbres y maneras de pensar. Además, nos hemos hecho más conscientes de la riqueza multiétnica y cultural al interior del país, y no sólo del mundo mapuche, pascuense y aymara. Nos equivocamos cuando pensamos a Chile de manera unívoca o creemos que lo real es sólo lo que existe en los Medios de Comunicación o en las redes sociales. No es así. Eso se descubre recorriendo el país y compartiendo con sus habitantes. Hay entre nosotros muchas diferencias enriquecedoras, así como  otras que hay que erradicar por ser producto de injusticia, de falta de oportunidades o de un centralismo endémico.

 Miguel Ahumada



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