terça-feira, 24 de agosto de 2010

Las remesas internacionales enfrentarán un flujo incierto los próximos años, debido a la crisis europea y la desaceleración de Estados Unidos

"Las perspectivas de que se recuperen no están a la vuelta de la esquina", advirtió el director de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Osvaldo Kacef.
Una de las situaciones más difíles las vivirá México, que viene saliendo de una recesión y donde las remesas cayeron ya un 4,6 por ciento este año, recordó Kacef.
"En México parece haber una migración madura que comienza a dejar de enviar capitales a su país de origen", analizó el economista.
Ecuador, donde la mitad de las remesas provienen de España, encara otra de las situaciones más complejas pues su producto interno bruto depende en un 15 por ciento de estos flujos, agregó.
Escenarios similares enfrentan Paraguay, Jamaica y las naciones centroamericanas, donde también es importante el flujo de divisas de los inmigrantes en Estados Unidos.
"Los capitales provenientes de ese país se van a desacelerar, debido a que el crecimiento en él caerá en torno a un punto", precisó Kacef.
El economista añadió que una gran duda es si Europa y Estados Unidos podrán sostener sus paquetes de estímulos, en especial a la construcción, donde labora una mayoría de los inmigrantes latinos.
"La capacidad para mantener los incentivos monetarios y fiscales no es la misma que al inicio de la crisis subprime en 2008", sostuvo.
Por eso, planteó que no es esperable un auge de las remesas como el vivido entre 1996 y 2007, cuando los 30 millones de inmigrantes llegaron a enviar 80.000 millones de dólares a sus hogares.
No obstante el escenario futuro, las primeras cifras de este año hablan de una estabilización del derrumbe vivido en 2009, cuando las remesas bajaron unos 8.000 millones de dólares,
En El Salvador, Guatemala, Nicaragua y República Dominicana, donde en 2009 estos flujos retrocedieron hasta diez por ciento, el flujo de remesas creció entre dos y cinco por ciento este año.
Kacef dijo que lo complejo es tratar de articular políticas públicas para rentabilizar las consecuencias sociales del flujo de remesas, para reducir el impacto macroeconómico de su retiro.
"Estamos hablando de hogares pobres sin capacidad de ahorro y de Estados precarios con dificultades para financiar políticas públicas", comento

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