América Latina y el Caribe tienen cerca de 26 millones de personas viviendo fuera de sus fronteras, según cifras entregadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). De ese total, 3,4 millones viven en otros países del continente americano, diáspora que, por cierto, alcanza a Chile aunque en muy menor medida.
¿Qué motiva el fenómeno migratorio? El sociólogo Eduardo Thayer explica que no hay una sola variable, pero en el caso de la inmigración latinoamericana a España o Estados Unidos, el aumento de flujo ha estado precedido por crisis financieras en los países de origen, tal como lo ejemplifica el caso colombiano.
En 1999 más de medio millón de colombianos emigraron a causa de la crisis económica y política. Estimaciones del 2005 calculaban en una cifra superior a los tres millones de personas (8,08% de la población) las que vivían fuera del país cafetalero.
Tal como lo ha mostrado en los últimos días la llamada Ley de Arizona, (EEUU), que amenaza con la deportación de miles de indocumentados, las migraciones internacionales son el pariente pobre de la globalización, según lo explica Andrés Solimano, investigador de la Cepal y autor del libro “Migraciones internacionales en América Latina”, editado por el Fondo de Cultura Económica, ya que “contrasta el liberalismo que privilegia el movimiento internacional de bienes y capitales con la actitud mucho más restrictiva y renuente sobre el movimiento de personas entre naciones”.
Pese a que en el último tiempo es más común encontrarse con personas de raza negra y con una fuerte inmigración peruana y colombiana, Chile no es todavía un gran foco de atracción de extranjeros.
Datos del Ministerio del Interior sitúan en 258.000 las personas de otras nacionalidades viviendo en Chile, lo que corresponde al 1,6% de la población. Si en 1960 los de origen europeo representaban el 61% de los inmigrantes en Chile, el 2002 eran sólo el 17,2%. Los inmigrantes del viejo continente cedieron ante los latinoamericanos, que hoy representan el 72% los extranjeros en nuestro país.
En Chile, la mayor cantidad de inmigrantes los aporta Perú, Argentina, Bolivia y Ecuador, que representan al 58% de extranjeros en nuestro país.
El flujo de habitantes de esos países hacia Chile ha ido variando a través de los años. Por ejemplo, si los argentinos aumentaron en 40% entre 1992 y 2002, los peruanos lo hicieron en 395%.
En el caso del sistema educacional, la presencia de inmigrantes también se nota. De los 20.437 niños que estudian en la comuna de Santiago centro 13.905 son peruanos, 1.208 colombianos, 773 ecuatorianos, 406 venezolanos y 245 bolivianos.
Un porcentaje importante de peruanos y colombianos no busca solamente trabajo en Chile, sino también la residencia permanente. De hecho, en el 2009 fueron otorgadas 28.203 permanencias definitivas a peruanos y 2.273 a colombianos.
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