“Con una ola migratoria que asciende a más de
700.000 ciudadanos en los últimos 15 años, Venezuela se ha convertido en la
primera nación de la región en exportar talento humano. Así lo sostuvo Oscar
Hernández, ex embajador de Venezuela y director del Centro de Capacidad
Migratoria, al explicar que la eufórica salida de conciudadanos se debe a la
búsqueda de oportunidades de trabajo y mejor calidad de vida.
La información la dio a conocer
durante un cine foro realizado en las instalaciones de El Nacional para
abordar los testimonios expuestos en Desde afuera, pieza audiovisual
que relata en voz de los protagonistas la difícil experiencia de vivir en el
extranjero.
Hernández advirtió que el
proceso de emigración no siempre es exitoso, pues requiere de una preparación
previa para adaptarse a una nueva realidad. ‘Emigrar no es fácil, pero más
difícil es adaptarse a la realidad’. A su juicio, implica tener capacidad para
comprender la ausencia de la familia.
…El video presenta testimonios
de venezolanos en Australia, Londres, Japón y Croacia, quienes se comprometieron
a grabar sus vivencias por un año y medio, para compartir sus historias…”1
“…Dejaron el país por distintos
motivos: la inseguridad, la falta de perspectivas laborales, los procesos de
búsqueda personal o la humana aventura. Pero tienen en común el dolor por el
país que dejaron atrás y la convicción, a veces inestable o ilusoria, de que
la vida y el futuro están en otra parte.
Desde afuera
es ‘un proyecto a distancia sobre venezolanos en el
exterior’ dirigido por Pedro Camacho y Johann Pérez Viera, en el que sus
personajes se dieron a la tarea de filmar durante más de un año y medio sus
propias vidas en cada uno de sus países adoptivos.
…Emigración. Exilio. Diáspora.
Ya no sabemos cómo llamarlo. El fenómeno se ha ido instalando en nuestra realidad
y en nuestro imaginario a una velocidad asombrosa. Es cierto que se inscribe
dentro de un contexto más amplio en el que los desplazamientos, las mudanzas y
los nomadismos son moneda corriente en todas partes. Pero el caso venezolano,
además de ser reciente, tiene sus particularidades. De un tiempo para acá se
han escrito libros, artículos, se han convocado charlas. Intentamos sobre la
marcha ver con un poco de claridad algo que a todos nos ha sorprendido.
Debatimos, coincidimos, deliberamos, impugnamos. En definitiva, a cada
experiencia migratoria le corresponde una denominación distinta. Y
experiencias hay muchas y de muchos colores.
…Hay quienes estando afuera
simulan nunca haber partido (y se equivocan); hay quienes estando adentro viven
en un amargo exilio interior (y quizás no tengan más remedio). Al irse, a
algunos les va bien, a otros les va mal. Unos reensamblan sus vidas, otros las
desperdician. Están los que se van becados, con la chequera de papá o del
Estado y se hacen llamar exiliados, en un gesto de artificioso dramatismo.
Están los que, tras ser perseguidos, colocados en una lista negra, ninguneados,
o tras perder sus trabajos o algún miembro de su familia en manos de la
delincuencia, se marchan y queman las naves en un angustiante destierro. Están
los que no soportan la distancia y vuelven, a pesar de todo, porque en
definitiva un país es una configuración de afectos, y lo más difícil de
abandonar son los afectos…
Gustavo
Valle”2
“El
ministro de la Juventud y viceministro del Área Social, Héctor Rodríguez, niega
que en estos momentos exista una situación socioeconómica desfavorable para los
jóvenes venezolanos que aspiran a independizarse. ‘En 1993, 52% de la población joven no estudiaba, nos sentíamos sin esperanzas
y sin muchas ganas de vivir aquí. Esta generación empieza a repensar esas
cosas’.
…Tomamos en cuenta
el bono demográfico: 60% de la población venezolana es económicamente activa y
estudia. Esta es una oportunidad maravillosa para saltar a una Venezuela
productiva. Vamos a organizar a esa juventud que está estudiando,
financiaremos sus proyectos y le compraremos lo que produzca, todo esto
acompañado de una política tributaria, protegiendo la producción nacional con
tributos a la importación.
…Yo no siento que
la mayoría de los jóvenes se quiera ir del país. Los números sobre migración me
dicen que no. El porcentaje no es mayor que el de América Latina y la mayoría
de los jóvenes que se está yendo a estudiar después regresa. Creo que la
migración es un mito. Lo responsable es empezar a trabajar sobre datos
sinceros…
Andrea
Montilla K”3
“Actualmente, el inglés y el francés son los principales idiomas en los
que el venezolano busca desarrollarse. Diferentes centros de estudios
consultados por Globovisión. com concuerdan en que los motivos que llevan a los
jóvenes a aprender un nuevo idioma suelen ser porque les gusta o porque desean
irse de Venezuela por gajes de la profesión o por la situación política,
económica y social que se vive en el país. …Entre los destinos más buscados por
los jóvenes venezolanos se encuentran Estados Unidos, Reino Unido y Canadá,
según indicó el sondeo realizado en los diferentes institutos. La edad
promedio de las personas que buscan estudiar estos idiomas va desde los 16
hasta los 35 años de edad.
El director de
marketing del centro internacional de idiomas Education First (EF), Jesús
Augusto Pérez, explicó que los universitarios recién graduados ‘por lo
general, siempre están buscando quedarse’ en el extranjero. Agregó que además
el instituto ofrece ‘cursos que les dan la oportunidad de entrenarse para
entrar a las universidades’ de otros países.
Pérez indicó que
uno de los principales motivos que promociona esta situación es la realidad
política que actualmente se vive en Venezuela. ‘El momento político obliga a
ausentarte más de 6 meses o un año, para saber qué va a pasar en este país y
así tomar una decisión estando allá’, para determinar si quedarse o regresar,
añadió…
María Alejandra Montilla”
Acontecer Migratorio
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