terça-feira, 21 de agosto de 2012

EL VOTO IMIGRANTE PERUANO EN CHILE


Si bien los peruanos inscritos en el Registro Electoral aún no son muchos, su presencia se hace notar en varias comunas. En Santiago, Recoleta y Estación Central han asumido el tema de los inmigrantes como un elemento clave para las próximas municipales.   
 
Oiga, alcalde, se inscribieron más de 5 mil peruanos para votar en la comuna".
El "dato" que recibió el actual alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, cuando fue a inscribir su candidatura al Servicio Electoral, se lo dijo al pasar un funcionario de la entidad. Casi como si fuera un secreto, Zalaquett se quedó pensativo. No sabe si esa cifra es cierta o no. El Servel no ha entregado un catastro con el perfil de los votantes. Pero sí sabe que puede acercarse bastante a la realidad.
Algo similar ocurre en las comunas de Recoleta y Estación Central, donde se concentra la mayoría de los alrededor de 150 mil peruanos que viven en Chile.
En las próximas elecciones municipales, y tras aprobarse el voto voluntario y la inscripción automática, se estima que por primera vez los inmigrantes, y particularmente los peruanos -los más numerosos-, tendrán la oportunidad de expresar su voluntad en las urnas.
No son muchos. La ley exige tener cinco años de residencia en Chile para obtener sus papeles y tener derecho a voto. Una parte considerable de los vecinos del norte están de manera ilegal (las últimas estadísticas datan de 2009 y se espera el censo para tener cifras consolidadas), pero su peso en las elecciones será mayor que en la municipal de 2009.Los alcaldes y candidatos lo saben. Pero reconocen que no hay una estrategia política para enfrentar el tema, sino que lo ven "como una problemática social que está ahí".
José Rodríguez Elizondo, analista internacional y experto en temas peruanos, señala que "un inmigrante en general vota por quien le convenga, al margen de las ideologías. No creo que estos peruanos sean de izquierda o de derecha, dependen de la oferta que les hagan para sus problemas puntuales".
Los candidatos están conscientes y los vienen escuchando desde hace tiempo. Tanto los actuales alcaldes, quienes han desarrollado distintas políticas de integración, como los postulantes, quienes no quieren dejar de lado a este grupo.
"En Chile todavía no se ve estrategia política hacia los peruanos. Nadie ha levantado un discurso electoral acerca de ellos, ni positivo (para captar su voto) ni negativo (para captar el voto de los chilenos que resienten la inmigración)", señala el cientista político Francisco Javier Díaz.
En Santiago, el tema es más patente. Basta con asomarse desde el balcón de la municipalidad para observar la pequeña Lima que se ha erigido en la Plaza de Armas. "Cuando salgo de mi oficina, tengo dos realidades: si voy hacia el oriente me encuentro con puros chilenos, pero si tomo por Catedral y encuentro a un chileno, lo abrazo", dice entre bromas el alcalde Zalaquett.
Desde que llegó a su cargo, en 2009, ha buscado vínculos con esta comunidad y con los inmigrantes en general. A fines de ese año creó  la  oficina de los migrantes, destinada a ayudarlos en temas de educación, salud, asistencia legal y vivienda.
Actualmente hay 2.157 niños extranjeros estudiando en colegios municipales de Santiago, de los cuales 1.740 son peruanos. La mayoría se concentra en la Escuela República de Alemania, donde el 60 por ciento de la matrícula es de ese país. "Hablé con el rector de la escuela y hemos impulsado medidas como tocar el himno peruano junto con el chileno todos los lunes", dice Zalaquett.
Rodrigo Delgado, alcalde de Estación Central, también ha desarrollado programas de integración escolar en su comuna. "Antes se les impedía a los niños que ingresaran a los colegios, pero hemos hablado con la comunidad y ahora tenemos programas antidiscriminación y hemos puesto especial énfasis en evitar el bullying", asegura Delgado. Agrega que la cobertura incluye los jardines infantiles y las salas cuna y que en los programas escolares se han incluido horas de historia para que los niños no pierdan sus raíces. 
En Recoleta, la alcaldesa Sol Letelier afirma que en los 18 establecimientos educacionales de la comuna hay 750 alumnos en que uno o ambos padres son de nacionalidad peruana. "Desde que llegué al municipio he buscado la mayor integración posible, tanto en educación, salud y vivienda", sostiene. Se estima que unos 4 mil 100 peruanos votarán en las municipales de octubre.
En este municipio, al igual que en Estación Central y Santiago, no hacen distinción al momento de entregar algún beneficio social o atención de salud. Salvo que se trate de personas ilegales, en cuyo caso están imposibilitados, aseguran los tres alcaldes, de entregar algún tipo de asistencia. Por ejemplo, en materia de salud, las personas deben inscribirse en Fonasa para poder asistir a los consultorios. Si son ilegales, sólo tienen acceso a atenciones de emergencia, aseguran.
En Recoleta, más de 5 mil residentes peruanos se atienden en los cuatro Centros de Salud Familiar. Y dos mil inmigrantes peruanos están inscritos en las ficha de Protección Social, que es la manera en que el municipio puede  distribuir de mejor forma la ayuda social a familias de escasos recursos. Esto quiere decir que estas personas tienen los mismos derechos que los chilenos para recibir estos beneficios.
La gran mayoría de los inmigrantes trabajan en mano de obra barata. Y dado que muchos son ilegales, no reciben beneficios de salud ni previsión. En Santiago, Zalaquett ha implementado un programa que ayuda a los inmigrantes a encontrar un empleo legal y también se les ayuda con dinero si quieren desarrollar algún emprendimiento.
En el Departamento de Desarrollo Comunitario de Estación Central, se les entrega a los inmigrantes recién llegados todo tipo de asesoría.  "Muchos no saben nada de la legislación chilena, de sus derechos y también de sus obligaciones, así que aquí los orientamos. Y si alguien no tiene su situación legal al día, se le ayuda para que la obtenga", puntualiza Delgado. En su comuna se estima que hay 5 mil peruanos en calidad de votar.
"Sólo cuando los inmigrantes alcanzan un alto número de personas con derecho a voto surge la preocupación electoral por ellos, como ocurre en Estados Unidos con el voto latino. Pero antes de eso, sólo hay discriminación", agrega Francisco Javier Díaz.
Difícil convivencia
Los tres alcaldes aseguran que el principal problema que han encarado es el de la convivencia entre chilenos y extranjeros. Particularmente, en el caso de los peruanos. Las cocinerías que se instalan en las calles, las fiestas que se prolongan hasta la madrugada, el hacinamiento en que viven y los consecuentes problemas de seguridad, la acumulación de la basura y la sensación de que les están quitando oportunidades de  trabajo y beneficios, han provocado que surjan sentimientos de odiosidad y de discriminación.
Para Carolina Tohá, candidata a alcaldesa por Santiago, el tema de la convivencia es crucial y asegura que no se han diseñado políticas ni dispositivos para atacar este problema. "Lo que más he desarrollado es lograr una buena convivencia. He planteado que tengamos una oficina en el municipio que se dedique a los temas de migración pero no como ahora que sólo hace labor social, sino que ayude a solucionar las dificultades que tienen los vecinos con los migrantes. Mi propuesta es que el municipio tenga un programa de mediación en que se logren consensos entre las partes afectadas por un conflicto y que se fiscalice el cumplimiento de los acuerdos alcanzados", explica.
Zalaquett se ha reunido con comunidades vecinales y les ha explicado que la migración es un fenómeno mundial y que muchos chilenos pasan por lo mismo en el exterior. "Les dije que mis abuelos también son inmigrantes, que llegaron de Líbano y de Palestina y que tengo una especial sensibilidad por el tema".
Sol Letelier ha implementado la entrega de contenedores para la basura en cada casa. "Y les pedimos a los peruanos que se comprometan a tener una comuna más ordenada". Ella se ha preocupado de darles su espacio. Por ejemplo, el 28 de julio, día nacional de Perú, les facilita la Plaza de la Paz para que celebren su día. Su actitud ha sido premiada por el gobierno peruano, el cual la condecoró con la Órden al Mérito por Servicios Distinguidos en el grado de Comendador.
El ex líder del movimiento estudiantil, Camilo Ballesteros, postulante a alcalde por Estación Central, propone crear  una estructura multicultural, donde converjan los distintos inmigrantes. "Se debe cambiar el sentido, que no sea un problema tener inmigrantes, sino que sea visto como una oportunidad donde la gente pueda sacar provecho de esta interacción cultural", postula. Saca como experiencia lo que vio en Canadá, donde existen múltiples etnias y el país ha logrado sacar lo mejor de ellas y de esa diversidad.
Carolina Tohá asegura que hay espacio para realizar mucho en pro de la integración. "Intercambios culturales, ferias en los barrios, actividades gastronómicas, participación de grupos folclóricos y lograr que este multiculturalismo se muestre en toda su riqueza", sostiene.
A su juicio, la situación de la Plaza de Armas está mal llevada y no es culpa de que los peruanos estén allí con sus cocinerías. "Lo que hace falta es darle una organización apropiada de una plaza turística, tener más restaurantes, tiendas de artesanía, de diseño chileno, recuperar la casa del corregidor, convertirla en un lugar donde el turista se sienta a gusto y desee quedarse ahí a pasear y disfrutar. Y además que estén los peruanos con lo suyo", afirma.
Vuelven los cités El 8 de mayo de 2008, un incendio en la esquina de Compañía y Libertad, en pleno barrio Brasil, destruyó una enorme casona donde vivían unos 200 inmigrantes, en su mayoría peruanos y colombianos. Todo comenzó a eso de las 9 de la noche, al parecer por una fogata que encendieron unos peruanos en el segundo piso. Seguramente para calentarse ante el temporal que azotó a la capital esa noche.
Este caso no es aislado. Los incendios en cités donde habita una familia por pieza se han hecho cada vez más frecuentes y han revelado las paupérrimas condiciones en las que viven sus moradores. Baños comunes, sin cocinas, hacinamiento, suciedad, insalubridad y un largo etcétera. Como si el Chile de principios del siglo XX, con la irrupción de lo que los historiadores llamaron "La cuestión social", hubiera regresado al país de los 16 mil dólares per cápita y miembro orgulloso del OCDE.
Delgado dice que han hecho un  recorrido por los cités de la comuna y  asegura que el problema no es de los peruanos, sino de las personas que les arriendan. "Son personas inescrupulosas que se aprovechan de la precariedad de los inmigrantes y les cobran entre $50 mil y $80 mil por una pieza. Muchas veces son piezas colectivas, donde el arrendatario paga por una cama. Y si la pieza tiene alguna subdivisión, el arriendo puede llegar hasta los $120 mil".
El problema, asegura, es que los dueños no hacen la inversión necesaria para que las viviendas puedan soportar este sobreúso. "Nosotros hemos chequeado las conexiones eléctricas y les hemos pedido que hagan los cambios necesarios, pero muchos no los hacen", afirma.
En Santiago, la situación es similar. El alcalde Zalaquett ha reforzado la fiscalización y aplica multas a los dueños que no cumplan con las normas municipales. También se implementó un subsidio de $100 mil para que los inmigrantes puedan pagar un arriendo por un par de meses hasta que consigan un trabajo y puedan pagar una casa en mejor estado.
En sus conversaciones con la comunidad peruana, Carolina Tohá detectó como mayor preocupación el cambio en las normas para otorgar viviendas sociales. "Antes se pedía como requisito tener residencia definitiva, ahora se piden cinco años de residencia definitiva para poder postular", enfatiza.
Ballesteros dice que está explorando la posibilidad de que algunos de los beneficios sociales que entrega el gobierno peruano de Ollanta Humala se hagan extensivos a los peruanos residentes en Chile. El tema ya ha sido planteado en Perú.
En Recoleta, también se dan varios casos de hacinamiento. La alcaldesa Letelier dice que uno de los más dramáticos es el de una casa de tres pisos, donde se detectó a 50 familias viviendo en condiciones muy precarias. "Eran verdaderas jaulas, separadas por mallas, familias enteras en un espacio no mayor de 2 metros 80 de fondo por 3 metros de ancho, donde se les cobraban 60 mil pesos de arriendo. Hemos ido clausurando de a poco el lugar porque tampoco podemos botarlos a la calle", afirma.
Han multado al dueño por todas las irregularidades detectadas y aún queda una veintena de familias en el lugar. Cuando el fotógrafo de "Sábado" fue a hacer fotos al recinto fue asaltado por un grupo de jóvenes que iban al lugar a comprar drogas.
La morada queda en la calle Rengifo, cerca del barrio Patronato. Y la triste realidad de esta historia es que su dueño también es inmigrante: un coreano.
"No creo que estos peruanos sean de izquierda o de derecha, dependen de la oferta que les hagan para sus problemas puntuales"

Claudio Gaete e  José Alvújar 

Um comentário:

  1. Lo que aquí se explica acerca de los importantes esfuerzos para mejorar las condiciones de los inmigrantes peruanos, es un punto importante a favor de las relaciones Chile-Peru!

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