quinta-feira, 23 de setembro de 2010

Uruguay un país para migrar

En momentos en que muchos países restringen o ponen trabas a la
inmigración, Uruguay facilita las cosas para aquellos que quieran
hacer del país su casa. De hecho, en 2009, por primera vez en 44 años,
el saldo migratorio fue positivo.
Es decir, de ser un país de emisor de personas, pasó a ser receptor de
migrantes, ya sea uruguayos que decidieron volver al país o
extranjeros que optaron por radicarse en Uruguay.
Esto se debe a una combinación de varios factores, explicó a BBC Mundo
Carlos Flanagans, director de Asuntos Consulares de la Cancillería.
"Uruguay es un país muy estable políticamente, tiene una situación
económica que resulta atractiva para inversores, es uno de los pocos
países de América Latina que no fue afectado por la crisis y eso se
suma a que en 2008 se aprobó una ley migratoria que está a la
vanguardia en cuanto a la igualdad de los derechos y oportunidades de
los inmigrantes frente a los nacionales", indicó.
Beneficios

Uruguay es un país muy estable políticamente, tiene una situación
económica que resulta atractiva para inversores (...) y eso se suma a
que en 2008 se aprobó una ley migratoria que está a la vanguardia en
cuanto a la igualdad de los derechos y oportunidades de los
inmigrantes frente a los nacionales
Carlos Flanagans, Cancillería de Uruguay

La ley 18.250 asegura a los inmigrantes el acceso a la salud, trabajo,
seguridad social, vivienda y educación en pie de igualdad con los
uruguayos. Además, da facilidades a los uruguayos que hayan residido
en el exterior durante más de dos años. Por ejemplo, les permite
introducir libres de impuestos los enseres de su casa, sus
herramientas en caso de tener un oficio y un automóvil.
Carlos Valderrama, coordinador de "La Casa del Inmigrante César
Vallejo", en la Ciudad Vieja de Montevideo, un centro que oficia como
residencia y asesor de los recién llegados, indicó a BBC Mundo que
desde que se aprobó la ley más personas han logrado regularizar su
situación.
El problema principal, explicó Valderrama, es que los inmigrantes
tienen que conseguir un trabajo o demostrar que tienen un medio de
vida para poder obtener la residencia si no tienen familiares directos
en el país.
Eso fue lo que hizo el peruano Michael Alarcón, quien llegó a Uruguay
hace tres años con su hermana buscando una vida mejor. "Primero empecé
a trabajar en artesanías, armé mi empresa. Ese fue el requisito que me
pidieron para sacar mi cédula de identidad provisoria. Ahora estoy
trabajando de marino, en el puerto, y en un par de meses ya me dan la
residencia", dijo a BBC Mundo.
Un país "dulce"

Del otro lado de la escala económica, están aquellos que eligen
Uruguay para invertir o desarrollar su profesión. Es el caso del
holandés Paul Elberse, un asesor financiero que llegó junto a su
esposa e hijos en 2002, en plena crisis económica en Uruguay y la
región, "con el desafío profesional de encontrar una solución para el
problema financiero del Banco Central".
"Nunca entendí por qué tan poca gente venía a vivir a Uruguay. Siempre
hablo con otros extranjeros que viven acá o que vienen por trabajo,
que es tan placentero estar acá que seguramente, si más gente lo
supiera, vendrían muchos más. Ojalá no se difunda demasiado el secreto
porque van a venir todos", bromeó.
¿Por qué decidió radicarse definitivamente en Uruguay? "Por la calidad
de vida, que no es lo mismo que el nivel de vida. Hay muchos países
donde los ingresos per cápita son más altos, pero aquí se encuentra
dulzura, el amor de la gente en general está presente acá", dijo
Elberse, quien anteriormente vivió en Alemania, París, Singapur, Moscú
y Nueva York.

Alentar la inmigración

El presidente José Mujica reiteró durante su campaña a la presidencia
y luego al asumir su mandato, que Uruguay debe alentar la inmigración
para resolver el problema de la falta de trabajadores en el sector
agrícola, por ejemplo, y poblar más las zonas rurales. También hacen
falta profesionales en áreas como informática y computación, sector en
el que hay pleno empleo.
Sin embargo, el país todavía carece de una política migratoria, con
medidas que incentiven la inmigración, indicó Flanagans, de la
Cancillería.
Existen pocos datos disponibles sobre el número y procedencia de
extranjeros. La Dirección Nacional de Migraciones recibe unas 20
solicitudes diarias de trámite de residencia.
Elberse dijo que, aunque no lo puede cuantificar, ha observado un
creciente interés de inversores y profesionales así como también de
jubilados de instalarse definitivamente en Uruguay.
"Es el inicio de algo que creo continuará profundizándose en los
próximos años", aseguró.
“Uruguay es un país muy estable políticamente, tiene una situación
económica que resulta atractiva para inversores (...) y eso se suma a
que en 2008 se aprobó una ley migratoria que está a la vanguardia en
cuanto a la igualdad de los derechos y oportunidades de los
inmigrantes frente a los nacionales”

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