terça-feira, 6 de novembro de 2012

Ley migrante en Bolivia


Se está preparando la ley del migrante, que será promulgada en noviembre o diciembre de este año. La intencionalidad de la ley es la defensa, o la protección, de los ciudadanos bolivianos que, por razones estructurales y económicas, viajan al exterior. En unos casos para establecerse por varios años; y en otros para algunos años. En todos los casos por necesidades fuertes a nivel económico. Quizás sirva para algo. Pero, lo más importante es para los territorios bolivianos. Al parecer está contemplado ordenar la casa, con los migrantes que recibimos desde hace muchos años.
Ojala la ley contemple definitivamente eliminar el nombre de migrantes, en nuestros propios territorios, a nuestros compatriotas quechuas, aymaras y guaraníes. No podemos ser migrantes en nuestros propios territorios. Segundo, pues considerarlos, en la ley, migrantes externos a todos los colonialistas que viven en Bolivia: croatas, alemanes, españoles, italianos, chinos, etc. Sobre todo a las colonias más antiguas, quiénes incluso tuvieron la osadía de convertirse en “bolivianos y mestizos” para presentarse como candidatos en estructuras partidarias, cívicas y estatales y asaltar las arcas precisamente estatales. Es decir, sus derechos deben ser absolutamente disminuidos, porque deben saber que están en territorios extranjeros, es decir bolivianos. Los apellidos exóticos como Marincovich, Petricevich, Daddub, Iribarne, etc, tendrían que al fin desaparecer del contexto político boliviano. Ni siquiera se debería permitirles utilizar sus medios de incomunicación, que normalmente la utilizan para desahogar sus profundos resentimientos contra nuestros pueblos, costumbres y mentalidades. Pues en sus sueños gringoides y occidentalizantes no encuentran por supuesto ejemplos y paradigmas, en sus cabezas racistas y pigmentocráticas. Por tanto es justo pedirles que respeten lo nuestro. Y las sanciones tienen que ser ejemplares, desde la expulsión del país, hasta la cárcel en casos extremos. Está claro también que esos apellidos exóticos no pueden ocupar posiciones de poder, como hasta ahora ocurre saltando con impunidad todas nuestras costumbres y leyes. Simulando que “nacieron” en Bolivia, estos colonialistas se arriman al estado para sus propios beneficios extranjeros. No podemos esperar nada de estas colonias, y de eso la historia se ha encargado de mostrarnos y demostrarnos: Bolivia destruida y desmantelada por estos apellidos exóticos. Sánchez de Lozada fue un ejemplo contundente, ni siquiera el castellano podía hablar; pero era presidente de Bolivia.
Espero sinceramente que esta ley haga por fin justicia para quiénes somos de estas tierras, culturas y cosmovisiones. Hasta hoy somos migrantes en nuestros propios territorios. Los extranjeros y colonialistas son los amos y dueños de todo lo nuestro, a nombre de progreso, desarrollo y civilización se han adueñado de todo. Pero también lo han destruido todo, porque no entienden absolutamente nada de lo que somos, y ciertamente debemos pedirles que nos devuelvan todo. Solo nosotros entendemos lo nuestro, no queremos favores ni bendiciones de sus dioses, pues ya sabemos que son destructivos y nocivos. Espero sinceramente que vayamos ordenando nuestra casa. Y que los dueños hasta hoy son en realidad los inquilinos, y que la ley revierta el proceso en justicia. En esa línea sí sería un verdadero proceso de descolonización. La soberanía se ejerce, no se contempla. Ni siquiera nuestras burguesías quechuas, aymaras y guaraníes son parte de las estructuras del poder, porque racialmente están condenadas a la periferia del poder. Las cámaras de comercio están en manos de apellidos exóticos extranjeros. Los bancos, los comités cívicos, incluso la cooperación internacional están en manos de esta gente que nada conoce de nuestras realidades, y simplemente manguea sus estructuras para beneficio de sus colonias. Todo esto tiene que cambiar, tiene que modificarse agresivamente. Esto sí sería un verdadero cambio de estructuras, sociales, productivas e ideológicas. No podemos seguir, porque la historia es contundente, con poderes de apellidos exóticos y extranjeros. No podemos seguir con timidez y con falta de autoestima frente a los destructores, y saqueadores de nuestras riquezas, porque esta gente no entiende de Bolivia, y son de lugares lejanos y de mentalidades distintas. No podemos seguir dejando los destinos de nuestras culturas, en manos de personas que nada entienden de nuestros destinos. Las pruebas son suficientes y abundantes: Bolivia destruida y saqueada, y empobrecida. Además de humillada al extremo. Eso debe terminar. Ojala esta nueva ley permita este sueño legítimo.
 Tribuna Boliviana

Nenhum comentário:

Postar um comentário