El control fronterizo con Suecia y Alemania por parte de Dinamarca fue justificado ayer por el gobierno danés a partir de un supuesto aumento del crimen entre fronteras. Esto ha llevado a Amnistía Internacional a pronunciarse al respecto por entender que se asocia “la inmigración con la delincuencia internacional”, de acuerdo la información que publica hoy El País de Madrid.
La directora adjunta de la sección española de Amnistía Internacional, Eva Suárez-Llanos, en rueda de prensa desde la sede de Madrid, ha manifestado que Copenhague sigue “un camino equivocado” al adoptar políticas inscritas “en un contexto entre inmigración y delincuencia”. Suárez-Llanos ha afirmado además que la reapertura de los controles fronterizos de Dinamarca forma parte de una “tendencia de primar las políticas de contención sobre los derechos de las personas y no tiene razón de ser”.
La portavoz de la ONG pro derechos humanos se ha preguntado también por el destino de la mayor parte de los 700.000 refugiados de las revueltas en el norte de áfrica. “Solo 3.000 de esas personas han llegado a Europa”, ha alertado Suárez-Llanos quien ha subrayado que con tan solo 5.000 personas que en 2010 lograron la condición de refugiados en Europa el “pánico” desatado en Dinamarca “no está justificado
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