Recién terminado en Alemania el régimen nazi que utilizó a judíos como conejillos de indias, científicos estadounidenses infectaron en Guatemala a unas mil 500 personas, algunas de las cuales nunca recibieron tratamiento
El presidente Barack Obama planea llamar a su colega guatemalteco Alvaro Colom para disculparse personalmente por un estudio de científicos estadounidenses que inocularon sífilis a prisioneros guatemaltecos hace más de 60 años.
El portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs dijo a la prensa el viernes que la noticia fue "sorprendente, trágica, condenable".
"Estados Unidos ofrece disculpas de todas las maneras a todos quienes fueron impactados", dijo Gibbs.
La secretaria de Estado Hillary Clinton notificó del estudio a Colom la noche del jueves, dijo el viernes a periodistas el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela.
"Lamentamos profundamente que esto haya sucedido y ofrecemos nuestras disculpas a todas las personas que resultaron afectadas por esas abominables prácticas de investigación", dijeron en una declaración conjunta Clinton, y la secretaria de Salud y Servicios Sociales, Kathleen Sebelius.
"Estamos iniciando una minuciosa investigación con respecto a los detalles de este caso de 1946. Además, mediante la Comisión Presidencial para el Estudio de Asuntos de Bioética, convocaremos también a un cuerpo de especialistas internacionales para que revise e informe sobre los métodos más eficaces para asegurar que toda investigación médica en seres humanos que se realice en el mundo en la actualidad cumpla con rigurosas normas éticas", agregaron las funcionarias del gobierno estadounidense en una declaración.
El director de Institutos Nacionales de Salud, Francis Collins, explicó que el estudio no fue ético porque involucró a grupos vulnerables de la población, quienes no autorizaron su participación; porque se les engañó y además desconocían que eran infectados intencionalmente con agentes patógenos. "Este caso representa un ejemplo asombroso del capítulo oscuro de la historia de la medicina", agregó.
El gobierno guatemalteco, en un comunicado de prensa dijo que "Colom asegura que estos experimentos pueden considerarse como delitos de lesa humanidad"
Durante una investigación, la profesora Susan Reverby, del Wellesley College descubrió recientemente documentos archivados del doctor ya fallecido John Cutler, funcionario médico del Servicio de Salud Pública de Estados Unidos, que registraban el estudio en Guatemala.
Según el ministerio de exteriores de Guatemala, se inoculó con sífilis chancroide y gonorrea a mil 500 algunos de los cuales no fueron tratados posteriormente
El estudio obtuvo la aprobación de los superiores de Cutler y fue financiado por una subvención de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos otorgada a la Oficina Sanitaria Panamericana (actualmente la Organización Panamericana de la Salud) y a varios ministerios del gobierno guatemalteco. Sus resultados nunca fueron publicados.
El consejero de la embajada guatemalteca en Washington Fernando de la Cerda dijo a The Associated Press que el gobierno desconocía completamente la existencia del estudio hasta la llamada de Clinton.
El secretario de comunicación de la presidencia, Ronaldo Robles, anunció que una comisión integrada por los ministros de Defensa, Gobernación y Salud intentará determinar si las autoridades locales de la época fueron informadas por sus contrapartes estadounidenses sobre la naturaleza del estudio y, además, qué hasta qué nivel jerárquico dentro del gobierno se conocía esta información.
Robles dijo a la AP que "no sabemos si hay archivos, porque pasó hace tanto tiempo. Pero tiene que haberlos, en el Hospital Militar, en el Hospital Nacional de Salud Mental, en la Policía... tiene que haber algo".
Robles conjeturó que "probablemente les dijeron que era una investigación médica pero no que iban a infectar deliberadamente a los pacientes".
"Además, el gobierno se reserva el derecho de denunciar y demandar por este caso ante las instancias internacionales correspondientes", dijo Robles.
Esta revelación surge como un nuevo recordatorio de la relación tormentosa entre Guatemala y Estados Unidos, que apoyó el derrocamiento del presidente electo Jacobo Arbenz en 1954 y luego apoyó varios gobiernos represivos durante la guerra civil de 36 años que costó 200 mil vidas.
Sin embargo, Cerda aseguró que este anuncio "no afectará las relaciones bilaterales. Reconocemos el gesto de Estados Unidos de reconocer el error y ofrecer disculpas".
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