quarta-feira, 6 de outubro de 2010

LA EXPULSION DE IMIGRANTES AFECTA LA ECONOMIA EM GUATEMALA

Las continuas deportaciones de inmigrantes desde Estados Unidos, que en el primer semestre del año sumaron 56.665 personas, amenazan la economía de Guatemala, donde cientos de miles de familias sobreviven con las remesas enviadas por sus familiares desde aquel país. El 55 por ciento de los beneficiarios de las remesas que llegan desde Estados Unidos son mujeres, que utilizan los ingresos principalmente en el consumo y en menor grado para gastos de salud, educación o montar un negocio. Estadísticas del Ministerio de Economía de Guatemala señalan que existen en el país unas 325.000 microempresas financiadas con dinero provenientes de las remesas familiares. Se estima que los cerca de 1,4 millones de guatemaltecos que residen de forma ilegal en Estados Unidos, envían gran parte de sus ingresos a sus familias, que en muchos casos suplen el salario de un empleo.
El Fondo de Naciones Unidas para la infancia señala que la remesa mensual promedio que es enviada desde Estados Unidos es de 275 dólares por familia, lo que representó en los dos últimos años un ingreso anual de 3.900 millones de dólares. Las cifras contrastan con el ingreso de unos 150 dólares al mes de una familia índígena en Guatemala. El principal generador de que miles de guatemaltecos abandonen el país para lograr un mejor futuro para sus familias es la pobreza que afecta al menos a la mitad de los 13 millones de habitantes de esta nación centroamericana. Esta situación ha provocado que en algunas comunidades de los departamentos de San Marcos, Quiche y Huehuetenango la presencia del padre se reduzca a sólo el 12 por ciento de las familias. Estadísticas de la Dirección General de Migración de Guatemala afirman que por lo menos 150.000 guatemaltecos intentan llegar en forma ilegal a Estados Unidos cada año, de los cuales el 80 por ciento es deportado. Ante el incremento de los operativos migratorios y la vigencia de leyes anti-emigrantes como la aprobada recientemente en Arizona, el presidente guatemalteco Alvaro Colom solicitó en junio la aplicación de un Estatus de Protección Temporal, que permite a los inmigrantes evitar ser deportados, medida que es estudiada por Washsington. Un informe de la Procuraduría de Derechos Humanos señala que la estabilidad de muchas familias quedó en riesgo, ya que del total de deportados en 2010, el 35 por ciento llevaba de uno a cinco años en Estados Unidos, el 26 por ciento entre seis y diez años y el 20 por ciento menos de un año. Pero pese a que las deportaciones continúan, las remesas familiares en los primeros seis meses del 2010 registraron un ligero incremento del 2,5 por ciento, en comparación al mismo período del 2009.
Este leve crecimiento puede derivarse de que los inmigrantes guatemaltecos están repatriando sus ahorros ante el endurecimiento de las leyes migratorias en Estados Unidos, señaló un análisis del Banco de Guatemala.

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