Migración y cambio climático

La emigración indocumentada desde América Latina se ha reducido, pero el impacto del cambio climático provocará que resurja en otro contexto debido al masivo desplazamiento que causará, especialmente entre los grupos más vulnerables, señaló el peruano Teófilo Altamirano en su nuevo libro.
Migración, las remesas y el desarrollo en tiempos de crisis es el título del libro que estudia el factor de la emigración de 2008 a 2010, especialmente a Europa, durante la crisis económica y que Altamirano, profesor en la Universidad Católica de Perú, presentó en Nueva York.
“Mucha gente será desplazada, especialmente en los países más vulnerables” y los más afectados serán los pobres, tanto interna como internacionalmente, lo que llevará a que en unos 15 años el flujo migratorio ocurra en otro contexto, advirtió Altamirano, cuyo libro fue publicado con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Recordó que ya varios países sufren la falta de agua y el derretimiento de los glaciales por el calentamiento de la atmósfera, entre ellos Perú, que tiene más del 70 por ciento de los glaciares andinos y que desde 1980 ha perdido más del 20 por ciento de esta superficie por el efecto invernadero.
“La migración ya no va a ser por la necesidad económica sino por los efectos del cambio climático, y va a ser mucho más serio porque es una migración forzada, sin retorno porque los campos estarán secos. Eso está ocurriendo ya en México”, afirmó Altamirano, quien durante dos décadas ha estudiado la emigración.
Esa emigración “será irreversible a no ser que cuidemos la tierra y tomemos decisiones drásticas, es una pelea de todos”, reiteró el escritor, cuyo libro analiza los desafíos que enfrentan los migrantes en una época de restricciones, crisis económica y desempleo.
El libro describe y compara cuatro experiencias que demuestran que las remesas pueden ser un motor para el desarrollo, la creación de nuevas fuentes alternativas de ingresos para las familias en el país de origen de los emigrantes.
Señala que las políticas adoptadas por países, como los que integran la Unión Europea, para restringir la inmigración e incentivarlos a regresar a su país, tanto a indocumentados como a legales, y la crisis económica ha mermado el flujo migratorio a ese destino.
“En otros libros que he publicado se ve el crecimiento sostenido de la migración, de las remesas y los proyectos de desarrollo de los familiares con apoyo del dinero que reciben “pero, eso se ha distorsionado con la crisis económica y han ocurrido varios cambios”, comentó.
Destacó que a la par con la reducción en la emigración a los países de la Unión Europea y EE.UU, está ocurriendo un movimiento migratorio entre países en Sudamérica.
“La emigración está siendo mucho más fronteriza. Hay una especie de movimiento sur-sur, ya no tanto de América Latina hacia el norte, que siempre era el sueño. Eso también tiene que ver en términos de cómo los países latinos están creciendo”, dijo y señaló como ejemplo a Perú, que “ahora tiene mejor posibilidades de acomodar a esa gente que antes pensaba en irse”.
“Antes, el 70% de los peruanos quería irse y eso se ha reducido a un 30%. Mientras los países de destino están en crisis financiera y de empleo, los otros están teniendo una relativa estabilidad económica y democrática que les permite soñar que no necesariamente hay que emigrar”, afirmó.
No obstante, recalcó que aunque la emigración a países desarrollados se ha reducido continuará porque persisten las disparidades a la vez que se seguirán adoptando políticas restrictivas para detener ese flujo.
En cuanto a las remesas señala cómo han favorecido la micro y macroeconomía y el desarrollo de proyectos sociales como en el municipio de Huancayo en Perú, que recibe el 17% de las remesas a ese país, y donde la Caja Municipal ofrece préstamos por diez veces la cantidad para microempresas o pequeños negocios.
La oficina regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas ha comenzado a ofrecer ayuda a mujeres de esa localidad para que tengan la oportunidad de desarrollar su capital humano, estudiar y luego encauzar ese conocimiento, ya sea a través del empleo o de sus propias empresas, dijo a Efe el representante de Perú, Chile y Paraguay ante el organismo, Esteban Caballero