Según la Organización de los Estados Americanos (OEA), Bolivia es uno de los cinco países de Sudamérica con más casos de trata y tráfico de personas.
La trata y tráfico de personas es considerada como el tercer negocio más rentable y no sólo en Bolivia, sino a nivel mundial, después del tráfico de armas y el narcotráfico, según informó el jefe de la División de Trata y Tráfico de Personas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de El Alto, Adolfo Cárdenas.
Los casos más atendidos por esta división policial, son el delito de trata, tráfico de migrantes, proxenetismo y pornografía, espectáculos obscenos y otros, “Este flagelo se vio incrementado desde el año pasado en un 25,6 por ciento, cuando se registraron 43 casos. En un encuentro de países latinoamericanos se concluyó que este ilícito es considerado como la esclavitud del siglo XXI”, expresó Cárdenas.
La trata, según la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD), es la compra y venta de seres humanos. En su concepto, es una forma de delincuencia organizada que se comete especialmente contra mujeres, adolescentes, niñas y niños, ejercida por la fuerza o el engaño para captar a la víctima, trasladarla dentro o fuera de su país con fines de explotación.
“La trata es la privación de libertad de una persona, donde la víctima es cogida por otras personas que la privan de libertad, la tienen encerrada en un cuarto, donde no le permiten salir o comunicarse con familiares, esto pasa más con menores de edad y adolescentes”, explicó Cárdenas.
La forma más conocida de trata tiene fines sexuales y comerciales, como la prostitución, pornografía, pedofilia y otros actos ilegales, aunque también la explotación laboral, servidumbre y otras relaciones denigrantes.
Las personas que intervienen en estos delitos son los tratantes conformados por dos o más personas, llegando a la delincuencia organizada transnacional, porque son las mismas redes de mafias internacionales que se dedican al tráfico de armas y drogas, las víctimas llegan a constituirse en las personas engañadas y obligadas a someterse a la explotación en estado de esclavitud, siendo en su mayoría niñas, niños y adolescentes.
Sanciones
El Código Penal establece una sanción de privación de libertad, entre 8 a 12 años para quienes cometen este delito de trata, siendo una medida que no admite perdón judicial o la suspensión condicional del proceso.
En ese marco, Cárdenas explicó que existen clanes organizados que se dedican a ese delito, “En nuestro medio existen varias formas de trata, con fines de lucro: venta de la persona, venta o disposición ilegal de órganos, tejidos o líquidos corporales, mantenimiento en forma de esclavos, guarda o adopciones ilegales, explotación sexual, donde se encuentran la pornografía, pedofilia, turismo sexual, violencia sexual comercial, explotación laboral, matrimonio servil donde ofrecen a las chicas a cambio de dinero y otras formas ilegales”, sostuvo la autoridad policial.
Una de las vías de traslado para estos hechos delictivos es el cruce ilegal de fronteras, donde los menores son llevados a otros países, “El coyotaje tráfico de menores, denominado así al acto de las personas que se encargan de hacer cruzar las fronteras, lucran por el traspaso de menores, donde existen transgresiones a las normas de migración, la presunta víctima que cruza busca a esas personas llmadas “Coyotes”, informó.
OEA
El estudio realizado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), advierte que Bolivia es uno de los cinco países de Sudamérica con más casos de trata y tráfico de personas. Las estadísticas indican que en el primer semestre de 2010, el crecimiento fue de 92,6 por ciento, con relación a la gestión anterior.
Según la OEA, los países República Dominicana, Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina son los que presentan mayores problemas en trata de personas
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