Las migrantes indocumentadas enfrentan situación de
alta vulnerabilidad en ambas fronteras
En México se
requiere elaborar un diagnóstico nacional de refugios de mujeres y niñas
víctimas de violencia, así como un mapa georreferenciado que permita
identificar las áreas de riesgo y los índices de violencia en contra del
género, afirmó la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres),
Lorena Cruz Sánchez, ante activistas en derechos humanos y de género.
Al abordar los riesgos que mujeres y niñas migrantes enfrentan en las
fronteras norte y sur del país, admitió que existe muy poca protección para las
mujeres indocumentadas que transitan por ambas regiones en busca de una mejoría
en sus condiciones de vida, para reunirse con sus familiares o porque son
expulsadas de los países donde viven.
“Se estima que actualmente existen 214 millones de personas migrantes
internacionales, de las cuales 49 por ciento son mujeres; un considerable
número de ellas emprende el camino en condiciones de gran riesgo e indefensión,
enfatizó.
En reunión con diversas organizaciones sociales, en el denominado Conversatorio
sobre nuevas violencias contra las mujeres y las niñas en las fronteras y los
sistemas de protección de derechos humanos, la funcionaria refirió que es
necesario también estandarizar los servicios especializados que brindan los
refugios, y establecer lineamientos para regular la creación de más centros de
refugio, tal como lo prevé la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia (LAMVLV).
Desde una perspectiva regional –detalló–, el Inmujeres tiene el
compromiso de sumarse al Plan Estratégico 2011-2016 de la Convención
Interamericana de Mujeres para erradicar la violencia contra el género femenino
en cualquier parte del continente; generar más servicios de atención para las
víctimas de violencia en cualquiera de sus formas, y estandarizar modelos de
refugios y albergues en el continente.
Recordó que el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres
remite obligatoriamente a la Convención de Belém do Pará, lo cual incluye la
creación en el país de programas de capacitación y sensibilización de
funcionarios y funcionarias sobre violencia contra las mujeres.
Además de fortalecer la respuesta legal y jurídica para los diferentes
tipos de violencia; mejorar la provisión, calidad y cobertura de los servicios
para las mujeres que viven o han sufrido de violencia; incrementar la cobertura
de los albergues, y crear programas de vivienda para las víctimas de violencia
y para sus hijas e hijos.
“La violencia de género –dijo– tiene un origen multifactorial y se
expresa de diversas maneras, desde las más sutiles, aunque no menos severas,
como el maltrato sicológico, hasta las más terribles, como el feminicidio.”
Cruz Sánchez hizo notar que las mujeres enfrentan violencia extrema en
diferentes contextos; uno de ellos, particularmente complejo por los muchos
factores que en él inciden, es el de la migración.
Elizabeth Velasco C
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