Los datos los aporta el Ministerio del Trabajo y la Inmigración: Colombia representa el tercer país con mayor número de inmigrantes en España, superado por Marruecos, con 30,3% del total de extranjeros, y Ecuador, con el 14,4%. De los casi 2,3 millones de migrantes registrados en 2009 cuya residencia ya está regularizada, el 8,9% pertenece a Colombia. El país ibérico es el primero en movilización de inmigrantes de toda Europa. Y en tiempos de crisis, con más de 4,5 millones de parados, España sigue buscando adaptarse a las difíciles circunstancias para estabilizar su economía. Se calcula que la cuarta parte de los desempleados son inmigrantes, la mayoría laboraba en el sector de la construcción. Y no se descarta que las revueltas del norte de África sigan atrayendo extranjeros a las costas de la península.
Más allá de los esfuerzos del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, un estudio cofinanciado por el Fondo Europeo para la Integración de Naciones de Terceros Países, publicado recientemente en Bruselas por el British Council y el Migration Policy Group, arroja cifras concretas. De acuerdo con la investigación, conocida por El Espectador, la crisis dejó como secuelas nuevas restricciones en la reagrupación familiar de los inmigrantes; el derecho al sufragio “sigue siendo ineficaz para los residentes extracomunitarios” y, de los más de 31 países estudiados, cuenta “con la peor vía de obtención de la ciudadanía para los recién llegados y sus descendientes”. La investigación, con base en ocho indicadores fundamentales del índice de políticas de integración de inmigrantes, concluyó que “la legislación antidiscriminación está por debajo de la media europea”.
El reporte del capítulo España revela que las ciudades con mayor cantidad de inmigrantes son Madrid (12,96%) y Barcelona (10,19%). Según los datos recogidos en 2009, España aprobó 100.620 permisos familiares concedidos y otorgó 22.262 trabajos a los nuevos migrantes. No obstante, y sin contar el subregistro, el estudio constató que la tasa de desempleo de esta franja de la población actualmente llega al 30,2%. Las cifras, sin embargo, quizá no se compadecen con los esfuerzos del Ejecutivo por regularizar este fenómeno. De hecho, en 2009 se aprobó la llamada Ley de Extranjería, que estableció igualdad de oportunidades laborales para los cónyuges extranjeros de españoles.
Al revisar en una escala de uno a cien indicadores, como la movilidad en el mercado laboral de los migrantes, su reagrupación familiar, participación en política, residencia de larga duración, acceso a la nacionalidad y políticas de antidiscriminación, España obtuvo un promedio de 65 puntos. En 2009, por ejemplo, se creó una asignatura obligatoria denominada “Educación para la ciudadanía y los derechos humanos” con el fin de que los jóvenes comprendieran la diversidad de los problemas de tipo social que se incubaban en España tras el alud de inmigrantes.
Y el Parlamento español sigue en esa ruta para ampliar los beneficios a los inmigrantes. Actualmente se discute la reglamentación de la Ley de Extranjería, que contempla, entre otros aspectos, la regularización por “arraigo social”, la cual contempla que si los inmigrantes tienen un hijo en España éste adquirirá la nacionalidad inmediatamente. La colonia de Colombia podría verse muy favorecida si se aprueba esta norma. Con todo y crisis, España sigue siendo un destino fácil de movilidad de extranjeros, el más importante de Europa, según el estudio del British Council.
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