Los
6.000 millones que la Unión Europea va a desembolsar en dirección a
Turquía para expulsar a ese país a todos los migrantes que lleguen de
forma irregular a las islas griegas del Mar Egeo, tras el acuerdo suscrito el
pasado día 18 con el Gobierno turco, han
levantado un acalorado debate. No solo por la solución adoptada para la
crisis migratoria de los refugiados, ampliamente criticada por la sociedad,
sino por el elevado coste monetario a pagar a un país cuestionado en múltiples
ocasiones por los reiterados incumplimientos de los Derechos Humanos.
El
impacto económico de la crisis migratoria tiende a resaltar los aspectos
negativos, especialmente desde la clase política conservadora. Por ejemplo, el
ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, consideró
en su momento excesivos los 1.600 refugiados que
el reparto de la Unión Europea había asignado a España, esgrimiendo el elevado
desempleo del país como factor decisivo para rechazar la
cuota. "El peso de la población cuenta un 40% y el PIB un 40% y la tasa
de paro sólo un 10%. La tasa de paro de un país es capital y hay que valorar el
esfuerzo que se ha hecho", explicó Margallo.
Son
varios los desafíos económicos a los que se enfrenta la Unión Europea en la
crisis migratoria, como
ya apuntamos en eldiario.es, pero también lo
son los estudios fundados que muestran la otra cara de la migración, la
del impacto positivo en la economía global y nacional, y por ello hemos
recopilado cinco cifras que sustentan esta perspectiva.
39 billones de dólares en 25 años
El
libro 'Gente excepcional', publicado por la Universidad de Princeton y firmado por tres
investigadores de este centro, analizó en profundidad el impacto de la
migración, especialmente cómo nos ha cambiado el presente y cómo definirá
nuestro futuro. Los autores determinaron que una política de completa
apertura de las fronteras se traduciría en 39 billones de
dólares de beneficio para la economía en los próximos 25 años. Como ellos mismos contextualizaban, esta cifra equivaldría a más
de 500 veces el gasto anual en ayuda humanitaria exterior de los países
desarrollados.
356.000 millones de dólares
Sin
llegar a esa política de abrir fronteras que plantearon los investigadores de
Princeton, el
Banco Mundial también ha calculado el impacto de la inmigración. En este caso, el organismo estudió lo que ocurriría si aumentara
un 3% el mercado laboral pero solo con población inmigrante. Su conclusión fue
que esta política reportaría en 2025 a la economía mundial 356.000
millones de dólares anuales, derivados de la inclusión de esos efectivos en
los sistemas laborales de los países receptores.
Un aumento del 0,25% en el PIB anual europeo
Más de un millón de
migrantes accedieron a Europa en el año 2015 y
el ritmo no tiene visos de reducirse. De ahí que la economía de la Unión
Europea pueda ser una de las más beneficiadas por la afluencia de personas de
otros países. En
un informe de noviembre pasado, la Comisión
Europea hizo un cálculo del impacto en la economía de la UE de este fenómeno y
extrajo un par de conclusiones. La primera de ellas fue que un flujo estimado
de 3 millones de personas llegando a la UE en un plazo de tres años
permitiría el aumento del tamaño de la economía comunitaria de al menos un
0,25% en 2017. La otra es que, si los datos de crecimiento de la UE que
pronostican un 1,8% en 2016 y un 1,9% al año siguiente se mantienen, va a ser
en parte por el impulso del flujo migratorio.
0,25% de subida en el PIB por el empleo
El
impacto de la migración sobre el empleo es uno de los aspectos esgrimidos por
los partidos de extrema derecha para rechazar inmigrantes, considerando que
arrebatan el trabajo a los nacionales. Pero la propia Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se encarga de desmontar con datos
esta teoría. En un informe publicado en mayo de 2014, el
organismo desglosó cómo afecta a la contribución al sistema fiscal el
trabajo de los inmigrantes, especialmente en los países cuyo sistema es más
generoso con sus ciudadanos.
El
estudio explicaba que en países como Bélgica, Francia y Suecia, aumentar la
tasa de empleo de los inmigrantes hasta los niveles de los nacidos en el propio
país tendría como mínimo un impacto del 0,5% en el PIB. Y añadía que
políticas en esta línea ayudarían a la población inmigrante a encontrar
trabajo, mejorar sus vidas y las de los familiares a los que ayudan.
22.000 millones de euros de beneficio para el
Estado
La
mayoría de cálculos en torno a los efectos de la acogida de refugiados por
parte de Alemania giran en torno al desembolso que debería realizar el
Estado alemán para poder dar asilo al que lo solicite. En noviembre pasado, la
cancillería de Angela Merkel estimó el coste en 22.600 millones de
euros entre los años 2015 y 2016, cifra que el ministro de
Finanzas, Wolfgang Schäuble, afirmó que era una partida perfectamente
asumible.
Pero
una de las preguntas que surge es el beneficio que obtiene Alemania al acoger a
la población migrante. La revista Fortune destacaba en septiembre pasado que las más de seis millones y
medio de personas con pasaporte extranjero que vivían en Alemania en 2012
pagaron ese año 4.127 dólares más de media en impuestos de lo que luego
recibieron por parte del Estado. La publicación, citando un informe del Centre for European Economic Research (ZEW),
estimaba un superávit de 22.000 millones de euros en beneficio de las
cuentas públicas en este apartado.
El Diario .Es
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