Inmigrar a otro país no es fácil, especialmente si se toma este camino
de manera forzosa en búsqueda de nuevas oportunidades. La persona debe poner
todo su esfuerzo para lograr una adecuada adaptación al nuevo entorno. Si este
proceso resulta muy difícil, o si existe una vulnerabilidad previa, en algunos
casos se pueden producir ciertos trastornos mentales propios de los
inmigrantes.
“Hoy un gran porcentaje de la población mundial se encuentra migrando y
la movilidad cultural ha desencadenado un aumento de los problemas de salud
mental”, sostiene el psiquiatra Andrés Heerlein.
En el caso de Chile, la inmigración ha aumentado considerablemente en la
última década. Prueba de ello es que en el 2011 se otorgaron 10 mil permisos
más de trabajo en comparación al año anterior, en crecimiento exponencial.
Frente a este escenario, el Dr. Heerlein indicó que es importante que nuestro
país comience a tomar en consideración los problemas de salud mental asociados
a la inmigración.
Algunos de los estudios presentados por el médico psiquiatra de la Academia Chilena
de Medicina demostraron que, en el caso del Reino Unido, se ha podido observar
una mayor prevalencia de depresión y suicidio en la población inmigrante, mientras
que la esquizofrenia es 6 veces más prevalente entre los inmigrantes
afro-caribeños que entre los locales de ese país.
“Es particularmente interesante observar que el riesgo de esquizofrenia
entre los inmigrantes es mayor mientras más pequeño sea el grupo de inmigración
(minorías raciales)”, señaló el médico.
Otro estudio presentado en la exposición demostró que también se observa
una mayor prevalencia de trastornos ansiosos y depresivos en la población de
inmigrantes hispanos en Estados Unidos y en los inmigrantes africanos en el
Reino Unido. No toda persona que migra se encuentra expuesta, señala el
especialista, pero la mayoría de los estudios apoyan la idea de un mayor
riesgo.
Psiquiatría transcultural
En respuesta a esta problemática se ha incorporado a nivel mundial la
psiquiatría transcultural en la formación de especialistas en psiquiatría, la
cual estudia la influencia de la cultura en ciertas patologías mentales.
“La psiquiatría transcultural es una rama de la psiquiatría que en Chile no es muy conocida. Por lo tanto hay todo un campo por investigar y desarrollar, especialmente ahora que están aumentando los inmigrantes. Además, la psiquiatría transcultural sirve mucho para mejorar y perfeccionar el diagnóstico psiquiátrico”, acotó Heerlein.
“La psiquiatría transcultural es una rama de la psiquiatría que en Chile no es muy conocida. Por lo tanto hay todo un campo por investigar y desarrollar, especialmente ahora que están aumentando los inmigrantes. Además, la psiquiatría transcultural sirve mucho para mejorar y perfeccionar el diagnóstico psiquiátrico”, acotó Heerlein.
Añadió que todo cambio cultural va a ejercer presión sobre la identidad
personal, la que puede llegar a modificaciones a veces incompatibles con la
integridad psíquica o la salud mental. “Esta sería una de las formas para
explicar cómo la cultura puede afectar la salud mental y, además, a preguntarse
si las enfermedades mentales son estables o se van modificando a través de los
diferentes países”, sostuvo el profesional de la Academia Chilena
de Medicina.
“Hoy sabemos que en la psiquiatría existen ciertos cuadros clínicos
independientes de la cultura y otros más dependientes de factores étnicos y
culturales. Dentro de los menos dependientes están las epilepsias, catalepsias,
narcolepsias, la esquizofrenia, el trastorno delirante, los trastornos
bipolares, los psico-orgánicos, los trastornos obsesivo-compulsivos y los
trastornos psicosomáticos lesionales. Mientras que los más dependientes de los
factores culturales se encuentran la anorexia nerviosa, la bulimia, ansiedad,
los trastornos adictivos y la fármaco-dependencia, los trastornos de adaptación
y psicosomáticos funcionales, como el cólon irritable o el bruxismo”, señaló el
experto.
En el caso de la depresión - una de las patologías que ha presentado
mayor incremento a nivel mundial – los estudios han demostrado que la
sintomatología y forma de presentación suele variar mucho de un país a otro.
“Podemos concluir entonces que la investigación transcultural revela
notables diferencias en las manifestaciones clínicas, en los estilos
comunicacionales y en la evolución de los diferentes trastornos psiquiátricos,
entre ellos los trastornos depresivos. Por lo tanto es indispensable aumentar
nuestro conocimiento sobre las variables culturales involucradas en
psiquiatría”, puntualizó el especialista.
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