terça-feira, 22 de fevereiro de 2011

Kevin Casasola, una vida de documental con final feliz

Un adolescente hondureño consiguió en enero el asilo en EEUU después de varios intentos fallidos para cruzar la frontera con México, según informó su abogada este lunes.
Kevin Casasola dejó de ser un joven anónimo gracias al documental ganador de un Emmy y nominado al Oscar en 2010, ‘Which way home’ (’Qué camino a casa’) dirigido por Rebecca Cammisa.

El joven, que entonces tenía 14 años de edad, llegó a ser uno de los niños que se aventuran diariamente a cruzar la frontera en tren entre México y EEUU. Su historia de intentos para llegar a la tierra ansiada y la suerte de haber sido documentada ha conseguido que tres años después Kevin tenga la oportunidad que buscaba. La noticia de su asilo se supo este lunes, aunque su caso es excepcional.

“Muchos de vosotros vais a morir por el camino”, espetaba en la cinta el miembro de una organización que asesoraba a los inmigrantes, en su mayoría centroamericanos y mexicanos, a pocos kilómetros de la frontera. “¿Quién sigue predispuesto a llegar a EEUU?” El brazo de Kevin fue uno de los que se erigieron sin género de dudas entre el centenar de hombres, mujeres y niños que emprendieron rumbo al norte en una travesía de consecuencias impredecibles.

El pequeño era el protagonista más dinámico del documental gracias a su sentido del humor e ingenio. Su objetivo era llegar a EEUU para encontrar trabajo y poder enviar dinero a su madre, pero fue detenido por el camino y deportado a Honduras.

A partir de la emisión de la cinta, Kevin adoptó una notable popularidad en México. Cada vez más madres nombraban a sus hijos como él, y la distribución de la película a zonas rurales le fue dando fama al adolescente. A la vez se convirtió en un ejemplo de valentía (no recomendada por las autoridades) y un reflejo para los que se planteaban cruzar la frontera.

Volvió a cruzar la frontera



Los esfuerzos y donaciones de la directora del filme para que Kevin no volviera a subirse a uno de esos trenes fueron en vano. Lejos de achantarse, el joven volvió a aventurarse a uno de esos eternos viajes. El pasado verano, Cammisa recibió una llamada del chico, que ahora tiene 17 años.

Se encontraba en un centro de menores de California después de haber sido detenido mientras trabajaba en una granja. Consiguió cruzar la frontera aunque ya trabajando un policía local le detuvo al sospechar de que se trataba de un inmigrante sin documentos.

Según publica ‘The New York Times’, el Comité Estadounidense de Refugiados e Inmigrantes consiguió que un abogado voluntario representara a Kevin. Pidieron asilo en EEUU y un juez de inmigración se lo concedió en enero.

Debido a la confidencialidad de este tipo de casos, se desconoce cuál es la razón esgrimida para que Kevin haya conseguido asilo, aunque todo apunta a que la violencia de su padrastro (reflejada en el documental) podría haber sido un argumento de peso en la decisión.

El joven vive ahora en Houston, Texas, en un centro de acogida para menores. Estudia inglés y en breve comenzará a asistir a la escuela. Kevin se ha convertido en la excepción a una regla de cifras desorbitadas.

18.000 niños fueron detenidos el mismo año en que el joven hondureño fue grabado en su intento por llegar al otro lado. Rara vez consiguen lo que él ha conseguido.

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