Un estudio
publicado en Bangkok revela que casi la mitad de las víctimas de trata a las
que se presta atención en la región del Gran Mekong han sufrido daños físicos
y/o abuso sexual, mientras que una de cada seis personas han contemplado el
suicidio en las dos semanas posteriores al comienzo de la asistencia.
El estudio,
encargado y financiado por la Fundación Anesvad, contó con el apoyo adicional
del Fondo de Desarrollo de la OIM y el Consejo de Investigación Económica y
Social del Reino Unido (ESRC por sus siglas en inglés) y fue realizado por la
Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical y la OIM.
Como parte
del estudio se entrevistó a más de 1.100 supervivientes con el propósito de
llenar vacíos importantes en el conjunto de conocimientos sobre los riesgos
para la salud y las consecuencias derivadas de la trata de personas para
mejorar los servicios de protección y asistencia.
El informe
innovador ofrece conclusiones sobre los riesgos para la salud y las
consecuencias físicas y psicológicas de las víctimas de trata –hombres, mujeres
y niños– en los servicios de atención posteriores a la trata de personas en
Tailandia, Camboya y Viet Nam.
El mismo
incluye recomendaciones a los gobiernos nacionales y organismos regionales para
mejorar la protección de la salud y los mecanismos de respuesta para las
víctimas de trata.
Entre las
conclusiones principales están las siguientes:
·
Hombres, mujeres y niños fueron víctimas de trata
en tres sectores principales: trabajo sexual (29,9%), pesca (25,0%) y el
trabajo en fábricas (12,3%).
·
Casi la mitad de las víctimas de trata fueron
objeto de abusos físicos y/o sexuales durante la trata.
·
Las horas de trabajo excesivas eran comunes, y el
67,5% de los sobrevivientes de trata informó que trabajaba siete días a la
semana y un promedio de 13,8 horas al día; los pescadores informaron de un
promedio de 18,8 horas al día.
·
Las condiciones peligrosas de vida y trabajo son
casi universales entre los sobrevivientes.
·
Las lesiones graves son frecuentes: uno de cada
cinco supervivientes (21,9%) informó tener al menos una lesión grave
relacionada con el trabajo; siete personas informaron sobre la pérdida de una
parte del cuerpo.
·
Con frecuencia se observó angustia psicológica y
otros trastornos: un 59,7% de los supervivientes tenía síntomas indicativos de
depresión, el 35,6% denotaba síntomas de trastorno de estrés postraumático y el
41,9% revelaba síntomas de ansiedad.
El informe
recomienda que la atención médica sea un componente explícito de todas las
políticas de lucha contra la trata y que se incluya en todos los paquetes de
atención a los sobrevivientes de trata.
“La trata de
seres humanos es una violación grave de los derechos humanos que a menudo
implica la explotación y el abuso extremo”, manifestó el Jefe de Misión de la
OIM de Tailandia, Jeff Labovitz. “Las personas son víctimas de trata para
diversas formas de explotación, con mayor frecuencia en sectores de baja
calificación laboral y para el trabajo forzado y la explotación sexual. En
estas circunstancias, las víctimas de trata son expuestas a una serie de
riesgos para la salud, violencia, privaciones y graves riesgos laborales”.
OIM
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