segunda-feira, 19 de dezembro de 2011
Violencia hacia las mujeres migrantes haitianas
Un estudio publicado esta semana denuncia la violencia que sufren las mujeres haitianas a la hora de migrar hacia la República Dominicana. Una joven haitiana salió a vender en el mercado fronterizo en el municipio Comendador de Elías Piña y en el camino cinco hombres abusaron sexualmente de ella.
Desde entonces, todas las vendedoras haitianas evitan cruzar por el lugar llamado La Pastilla. Muchas de ellas cuentan que uno de los cobradores de impuestos del mercado ha violado a decenas de ellas a las que engaña al ofrecer bolas en su motor y luego abusa de ellas en un bosque.
Pese a estos abusos, las autoridades no han hecho nada porque se trata de un viudo con siete hijos a su cargo, dijo Allison J. Petroziello, coautora de un estudio “Una mirada a la violencia contra las mujeres migrantes haitianas, en tránsito y desplazadas en la frontera haitiana”, el que analiza las historias y experiencias de 28 mujeres y niñas en esta situación, publicado por la Colectiva Mujer y Salud
Este tipo de violencia contra la mujer haitiana se da en la zona fronteriza, sin que hasta el momento ninguna institución haya dado con los mecanismos para evitarla.
Petroziello explicó que por su condición migratoria, las migrantes haitianas se encuentran sujetas a múltiples abusos en el camino hacia la República Dominicana. Las haitianas que trabajan como domésticas en casas de señoras (kai madam) ganan en promedio un sueldo de 1.500 pesos al mes, un salario muy por debajo del salario mínimo para el sector privado.
En consecuencia, se dan casos de hombres que viven en esas casas que les prometen darles entre 200 y 300 pesos para que ellas tengan sexo con ellos. La cantidad es significativa para ellas tomando en cuenta el sueldo, dice la investigadora Petroziello y algunas acceden a hacerlo. Otras abandonan el trabajo a causa del acoso.
Cuando un cobrador o autoridad dominicana golpea o viola a una haitiana, suele suceder que ella no lo denuncia, puesto que se encuentra en territorio dominicano en condición de ilegalidad o porque teme a su agresor, que es más poderoso y violento.
Huyendo de la violencia
Si bien las causas principales de las migraciones se deben a factores económicos, muchas mujeres confiesan que han salido de Haití hacia República Dominicana huyendo de parejas violentas.
En el camino hacia “el sueño capitaleño” algunas se encuentran con cobro de peajes, macuteo, hombres que las manosean, chantajean, violan o asesinan. De hecho, en abril de este año aparecieron dos cadáveres de haitianas en la zona fronteriza, según la investigación.
Para los casos de feminicidios, explican, existe un solo protocolo: las haitianas las entierran del lado haitiano y a las dominicanas del lado dominicano. Las autoridades haitianas no cuentan con capacidad forense ni investigativa para llevar a instancias judiciales los casos. Esto, según la investigación.
En el estudio también se detectó que hay altos riesgos de trabajo sexual forzado, especialmente para las mujeres jóvenes desplazadas por el terremoto. Ellas están hospedadas en casas de familiares lejanos o amigos que las presionan para aportar más dinero a la economía familiar. Llegan a un extremo de hacer arreglos para que la joven ejerza el trabajo sexual.
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