quarta-feira, 8 de junho de 2011

Cómo ven los medios alemanes a los inmigrantes?


Víctimas, victimarios o estrellas, así presentan los grandes medios alemanes, frecuentemente, a los inmigrantes. Otro gallo canta sin embargo en la prensa local o la TV privada, con un amplio público inmigrante.
Mesut Özil, futbolista alemán de origen turco, miembro de la selección nacional, es considerado una estrella por muchos jóvenes alemanes con raíces extranjeras. “Para mí estuvo siempre claro que quería jugar por Alemania. Pero no podía invitarme a mí mismo”, dijo tras ser llamado a integrar la nómina del equipo en 2009. “Estoy muy feliz”, aseguraba.
Desde entonces, también quienes viven en el país pero mantienen su pasaporte turco lucen ahora el nombre de Özil… en camisetas de colores alemanes. La presencia de Mesut Özil en los medios germanos demuestra que éstos pueden proyectar una imagen positiva de los inmigrantes en el país. Y hasta mostrarlos como ejemplo a seguir por el resto de los ciudadanos. Pero el panorama mediático más común parece ser otro.

Prototipo número 1: el “peligroso extranjero”

Margreth Lünenborg, profesora de periodismo de la Universidad Libre de Berlín, sigue la pista a la representación de los inmigrantes en los medios de comunicación alemanes. Según sus investigaciones, la cobertura informativa se concentra principalmente en “el peligroso extranjero” o, desde el 11 de septiembre de 2001, más que todo en “el peligroso terrorista” como una especie de prototipo del forastero, fundamentalmente masculino.

Las mujeres inmigrantes son presentadas frecuentemente como víctimas por la prensa alemana, ha comprobado Lünenborg: víctimas de la opresión de las culturas patriarcales de las que provienen, o víctimas de la presión que ejerce sobre ellas una sociedad predominantemente alemana en la que parecería que no hallan lugar.

¿Víctima, victimario o estrella?
En el extremo opuesto se ubican los reportes sobre famosos de procedencia extranjera. Bien en el negocio del espectáculo o bien en el deporte, como en el caso de Özil. Ambos extremos tienen bien poco que ver con la vida cotidiana del inmigrante y la inmigrantes promedios.

Algo diferente parece el balance de la cobertura local, lo mismo en la llamada “prensa seria” que en la “sensacionalista”, especialmente en Berlín o en la Cuenca del Ruhr, donde viven muchos inmigrantes. Aquí abunda el prototipo de las ”vecinas simpáticas”, como las llama Lünenborg. Su origen queda en segundo plano y el reporte se concentra en el éxito de su actividad en asociaciones deportivas u organizaciones comunitarias.

Prensa local, más cerca de la realidad
Y es que “en el ámbito local, se observa a los demás como realmente son. Uno se encuentra con ellos frente a frente, algo que naturalmente no tiene cabida en la cobertura mediática nacional”, explica Georg Ruhrmann, profesor de ciencias de la comunicación en la Universidad de Jena.

Como sea, hoy los inmigrantes –que antes eran para los medios, sencillamente, los “extranjeros” – han dejado, eso sí, de ser presentados como entes pasivos, al estilo de los años ’70, insiste Ruhrmann: “los extranjeros” de entonces eran calificados, pronosticados, tratados, llamados a comportarse de una cierta manera.

Lento camino a la igualdad
Extranjeros que exigieran algo, tuvieran algo que decir u opinaran sobre los alemanes, era algo difícil de hallar en los medios alemanes de décadas atrás. Muy lentamente, en los últimos 40 años, esa realidad ha cambiado. “El proceso para llegar a una comunicación entre iguales atraviesa un largo camino, tan lleno de obstáculos como en otras luchas por la igualdad”, dice Ruhrmann.

Y no sólo la prensa local o “del corazón” ha descubierto a quienes se conocen en Alemania como “personas con trasfondo migratorio” (migrantes de segunda o tercera generación, por ejemplo). También la televisión muestra la vida cotidiana de esta parte de la población residente en el país. Sobre todo más allá de las noticias, indica la profesora Lünenborg.

“Lo mismo en los Reality-Shows que en las telenovelas o los programas humorísticos, en ellos la vida de los inmigrantes se representa como algo más natural, sobreentendido”, constata. En estos espacios los inmigrantes, hombres y mujeres, sencillamente son parte, como todos, de la cotidianidad. La televisión alemana, especialmente los programas de entretenimiento de la tele privada, parece haber reconocido ya a los inmigrantes como parte de su público.

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