Una abuela hondureña vivió cuatro días en aeropuertos por culpa de una carta de invitación

Reina Margarita López viajó a Barcelona a cuidar de dos nietas gemelas que habían nacido prematuras. No venía a quedarse, mucho menos a hacer nada malo. Por eso se sintió profundamente humillada con los dos policías que la escoltaron durante todo el trayecto Madrid a Panamá como si fuera una delincuente.
Reina Margarita, una abuela de 56 años de Tegucigalpa, Honduras, arrancó su periplo el jueves 28 de octubre. Tenía hacer varias escalas antes de llegar a Barcelona, donde la esparaba su hijo Ángel, angustiado por el cuidado de sus dos gemelas recién nacidas y la precaria salud de su esposa, que sufrió una embolia después del parto.
En Barajas tuvo que oír lo que escuchan a diario decenas de argentinos, paraguayos o venezolanos: no puede entrar.
La carta de invitación que le había hecho su hijo en Barcelona había caducado, pero con dos niñas en una incubadora y una madre en cuidados intensivos, ¿quién iba a caer en cuenta?
Ángel envió a Barajas todo lo que le pidió el abogado de oficio: contratos de alquiler, nóminas, dinero. Todo lo que demostrara que Reina Margarita venía a cumplir la legendaria labor de una abuela: cuidar a sus nietos.
De nada valió. Como no existe vuelo directo entre Madrid y Tegucigalpa, la subieron en un avión con destino a Panamá, de donde fue enviada a Costa Rica y, finalmente, a Honduras.
“Llegó destrozada después de pasar cuatro días viviendo en aeropuertos”, cuenta Ángel, el hijo que se quedó esperándola en Barcelona.
“La carta de invitación no es un requisito indispensable para los ciudadanos de países que no necesitan visado para entrar a España”, explica Édgar Gómez Navas, abogado experto en extranjería .
“Otra cosa es que la policía lo exija siempre, aunque no se lo piden a un turista de Estados Unidos o Canadá, a los que ni siquiera les preguntan el itinerario que van a hacer durante su estancia en España”, puntualiza el jurista.
De todas formas, ante el imparable aumento de latinoamericanos inadmitidos en el aeropuerto de Barajas, los expertos señalan que es mejor curarse en salud y aportar incluso más papeles de los necesarios para evitar una pérdida de dinero e ilusiones.