La migración internacional, lejos de constituir un problema en países como México, ha redundado en beneficios y experiencias al integrarse una diversidad social que vuelve más rico su entorno cultural y laboral.
La académica de la Especialidad en Migración Internacional (EMI) de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), María Eugenia Anguiano, recordó que la riqueza humana integrada a la sociedad mexicana fue un hecho social de beneficiosas consecuencias.
Han sido filósofos, artistas, médicos, literatos, sociólogos llegados de otros países como por ejemplo, España, cuyos refugiados republicanos fundaron la Casa de España en México, antecedente de El Colegio de México (Colmex).
En la región noroeste, específicamente en Baja California, la migración internacional también ha aportado una reconocida riqueza cultural, gastronómica, social, incluso actualmente el grupo de migrantes haitianos se han integrado al campo laboral.
Sin embargo, las personas que se mueven en esta condición migrante, no constituyen un porcentaje muy alto de la población a nivel mundial, representando sólo el 3.2 por ciento, y aunque la cantidad no es lo importante, sí lo son las implicaciones.
Existen personas migrantes como los sirios, cubanos o los haitianos, que transitan por varios países; los primeros por Europa, los otros por Centroamérica, Sudamérica y finalmente México, con la intención de llegar a Estados Unidos, detalló.
Tradicionalmente han existido países receptores de migrantes que se han desarrollado como Estados Unidos, Argentina, Australia, Canadá y Alemania, debido primordialmente a la necesidad de mano de obra para la ejecución de ciertas tareas.
En entrevista con Notimex, explicó que los países emisores de migración, son aquellos donde gran parte de su población no encuentra oportunidades laborales o porque considera que las existentes no corresponden a sus expectativas o no las hay.
Otros, como los haitianos después del terremoto que se registró en su país en 2010 y huracanes que han azotado el Caribe, provocaron la migración a países como Brasil que requerían trabajadores con motivo de las Olimpiadas y Mundial de Futbol.
Para ser contratados como mano de obra para construcciones ante dichos eventos deportivos, se les otorgaron visas humanitarias, aunque en realidad eran para trabajadores refugiados y en menor medida para estudiantes y refugiados, anotó.
Empero, la crisis política y económica en Brasil los fue desestimulando. Cubanos y haitianos que se habían movido a Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador y Brasil, son los que ahora se movilizan por América Latina y algunos hasta llegar a México.
“No salieron en 2015 del Caribe, ya estaban fuera de él; para el caso de los cubanos había un estatus especial, la Ley de Ajuste Cubano, que al llegar a cualquier punto de Estados Unidos, aéreo o terrestre, se les daba el estatus de migrante especial”, dijo.
“No por mar, para eso estaban los programas de los balseros; se les daba ese estatus que les permitía que después de un año de vivir ahí en Estados Unidos, ya podían adquirir la residencia”, manifestó.
En el caso de los haitianos víctimas del terremoto de 2010 y los posteriores huracanes, también tenían el Estatus de Prospección Temporal (PPS, por sus siglas en inglés), con el cual podían ingresar al país y tramitar su residencia.
Pero, con la llegada al poder del actual presidente Donald Trump, comienzan a vislumbrar que el programa se cerrará, lo que no se hizo con éste, sino con el entonces presidente Barak Obama, en el último mes de su gestión, recordó.
Es debido a ello el por qué que sus movilizaciones masivas; algunos de ellos ya obtuvieron documentación legal en Brasil y tienen la posibilidad de salir y entrar a ese país, lo que les permite más movilidad internacional.
Incluso varios haitianos en lugar de quedarse en México, al no poder ingresar a Estados Unidos, optaron por volver a Brasil ante una posible recuperación y mejoría de su situación política, añadió.
“No es la situación numérica la que los hace visibles, sino su situación internacional, las implicaciones que conlleva; nunca esta migración crea conflictos, sino al contrario, la gente se ve obligada a salir de sus lugares y busca trabajar”, añadió.
En Baja California, por ejemplo, los haitianos se han adaptado a la dinámica de fronteras como Tijuana, ellos, abundó, tienen un código especial de trabajo que beneficia también a su entorno, pues ya se integraron a la industria, gastronomía y otros.
Y aunque países como México han sido solidarios, también han aprovechado los conocimientos y disposición de los migrantes, pues “al crearse diversidad y riqueza humana se beneficia la sociedad, y siempre las sociedades diversas son más ricas”.
El Sol de Tijuana
www.miguelimigrante.blogspot.com
Nenhum comentário:
Postar um comentário