Como el episodio bíblico de la torre de Babel,
donde la diferencia de idiomas por criterios distintos impidió la construcción
de un soberbio edificio, Centroamérica sufre su propia confusión de mensajes
por el tema de la creciente migración que supera la capacidad de atención
humanitaria y de seguridad de sus fronteras.
El tema de la masiva migración
originaria de países africanos, caribeños y sudamericanos que buscan llegar a
Estados Unidos a través del istmo, ha enfrentado a los países centroamericanos
entre sí y ha puesto al descubierto la falta de coordinación imperante en la
región en materia de migración, a criterio de Martha Cranshaw, coordinadora de
la Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones, quien en
entrevista a LA PRENSA, advirtió que sin un diálogo entre los países de origen
de los migrantes, los países de tránsito y el país destino, no habrá una
solución integral al problema.
“En otros países del mundo,
en Europa, la migración ha repasado la capacidad de los países con más recursos
y experiencia que Nicaragua para responder a la migración. Aquí vamos a
requerir de colaboración humanitaria de la región, todos debemos pone un gramo
de arena en este problema, desde el Congo (África) de donde salen, por ejemplo,
hasta Estados Unidos, a donde van”, dijo Cranshaw.
La crisis centroamericana comenzó en noviembre de
2015, cuando Nicaragua cerró por motivos de seguridad sus fronteras a un
población migrante de aproximadamente 8,500 cubanos que establecieron base en
Costa Rica.
El cierre de las fronteras enfrentó
a Nicaragua con Costa Rica en el foro del Sistema de Integración Centroamericana
(SICA), donde cada país adoptó una medida diferente.
Desde entonces, Costa Rica ha
cambiado sus políticas migratorias, Nicaragua ha endurecido sus medidas
de seguridad fronteriza y
Panamá ha variado sus posturas: primero impidió el tránsito, luego relajó sus
fronteras y ahora anuncia medidas que ayudan a los migrantes en tránsito hacia
el norte del continente, mientras Colombia, México y Brasil, toman medidas
humanitarias y de seguridad ante una población migrante que se estima en más de
30,000 personas.
El Muro de Contención de Nicaragua
El gobierno de Nicaragua emitió el pasado 6 de
agosto una nota oficial donde anunció que trabaja mecanismos para organizar con
eficiencia y seguridad el tránsito normal de personas.
Aunque el pronunciamiento fue visto con suspicacia
y esperanza en Costa Rica, hasta el momento Nicaragua sostiene su política de
seguridad denominada “Muro de Contención”. Rosario Murillo, vocera del Gobierno
nicaragüense lo reiteró el pasado 9 de agosto: “nuestro Gobierno está tomando
todas las medidas que nos aseguren que continuamos fortaleciendo lo que
llamamos el Muro de Contención.
Continuamos fortaleciendo la tranquilidad, la
seguridad de las familias, y continuamos propiciando todos los mecanismos que
nos ayuden a detener el crimen organizado, el narcotráfico, todo aquello que
ponga en riesgo la vida, la tranquilidad y el derecho al trabajo de las
familias nicaragüenses.
La Prensa
www.miguelimigrante.blogspot.com
Nenhum comentário:
Postar um comentário