La
finalidad de los indocumentados no es permanecer en México sino llegar a territorio
estadounidense para solicitar asilo derivado de las condiciones de vida que
prevalecen en el continente.
El oficio de salida es un documento que otorga el INM a los
extranjeros de nacionalidad africana que les permite transtitar libremente por
el país durante ese lapso de tiempo.
Debido a que en México no existe representación consular de
África y sus gobiernos dificultan realizar el retorno asistido, el Estado
mexicano entrega a los inmigrantes un permiso temporal para que en ese periodo
lleven a cabo su regularización migratoria o se retiren del país.
Principalmente, el flujo de migrantes se presenta de manera
saturada en la frontera de Tijuana, Baja California, punto de reunión para
realizar el cruce hacia Estados Unidos.
Albergues de la de Tijuana reportan actualmente 154 migrantes de
países africanos alojados en espera de que su solicitud de asilo en Estados
Unidos sea aceptada.
Alrededor
de 80 migrantes pernoctan fuera de los albergues por falta de espacio y hay una
cifra indeterminada de ellos que se hospedan en hoteles de la ciudad.
La ciudad de Tijuana ha alojado en los últimos tres meses a un
promedio de 5 mil 735 migrantes, de los cuales 2 mil 638 eran de otros
continentes y haitianos; el flujo de mexicanos que buscaba ingresar a Estados
Unidos ascendió a 3 mil 96 personas.
El INM reporta que este tránsito de indocumentados provocará
presión al gobierno de Baja California para su protección y atención, y no
descartó que estos movimientos faciliten las redes de trata de personas que
operan desde los países de origen.
Países sudamericanos han permitido que el flujo migratorio de
los africanos se incremente ante a la política de libre tránsito a través de
Brasil, donde comienza la ruta migratoria, y Ecuador, que facilita la entrada a
Costa Rica, Nicaragua y Panamá.
Migrantes provenientes principalmente de Guinea, Eritrea, Ghana,
Senegal, Somalia, El Congo, Costa de Marfil y Mali, además de Bangladesh, Sri
Lanka, Irán, Irak, Nepal, Siria, Pakistán y China mantienen una concentración
permanente de hasta 4 mil personas en las fronteras de estos países
latinoamericanos.
Costa Rica, Panamá y Nicaragua trasladan hacia México la crisis
de concentración de extranjeros en su frontera, bajo el conocimiento de que en
nuestro país se les otorgan oficios de salida que les permiten llegar a Estados
Unidos, donde pueden solicitar a las autoridades el trámite de solicitud de
asilo.
El gobierno nicaragüense ha flexibilizado el ingreso de
migrantes a su territorio, lo que les facilita el tránsito hacia México.
El ayuntamiento municipal de Tijuana y el Grupo Beta del INM
apoyan a migrantes de El Congo, Pakistán, Somalia y Ghana para que ingresen a
territorio estadounidense por la Garita de San Isidro y puedan realizar sus
trámites de solicitud de asilo.
La
estadía de africanos en nuestro país se prolonga debido a que la autoridad
migratoria de Estados Unidos, en San Isidro-Ped West, otorga únicamente 50
solicitudes de asilo al día.
Estas condiciones generan el riesgo de estacionalidad permanente
de los migrantes africanos en México, fenómeno que tiene como consecuencia una
concentración masiva de indocumentados solicitantes de albergues en Tijuana y
con ello, una demanda mayor de protección y otorgamiento de servicios
extraordinarios.
NORESTE
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