quinta-feira, 11 de agosto de 2016

La OIM informa sobre un número creciente de migrantes irregulares desamparados en Costa Rica

Entre el 21 de abril y el 3 de agosto, Costa Rica registró el ingreso al país de más de 5.600 migrantes irregulares, cifra que siguió aumentando la semana pasada. Al menos 2.500 migrantes permanecen en el pequeño país centroamericano, lo que excede la capacidad limitada de respuesta del gobierno y deja sumamente vulnerables a los recién llegados.
Los migrantes, que siguen llegando a razón de entre 100 y 150 al día, son en su mayoría haitianos, y muchos dicen ser de África. Hay ciudadanos de países africanos y asiáticos, como Congo, Senegal, Ghana, Côte d’Ivoire, Togo, Nepal, Bangladesh, Somalia, Afganistán e Iraq.
Aunque desde hace años Costa Rica ha presenciado pequeños flujos de migrantes irregulares “extracontinentales” de las mismas nacionalidades, quienes han pasado por el país en su travesía hacia los Estados Unidos, su número se disparó en noviembre cuando los controles de la migración se tornaron más estrictos en Nicaragua para promover la migración segura y ordenada.
Por otra parte, las crisis económicas de Brasil y Ecuador han acrecentado el flujo de migrantes hacia el norte. Muchos llegan a Costa Rica tras haber atravesado Colombia y sobrevivido en la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá, en la que muchas personas pierden la vida.
El Gobierno de Costa Rica estableció cuatro centros para prestar a los migrantes asistencia básica en forma de alimentos, refugio y atención médica. Sin embargo, estos centros ya llegaron al límite de su capacidad y al menos 1.500 migrantes viven en condiciones extremas en un campamento improvisado, a menos de un kilómetro del paso fronterizo entre Costa Rica y Nicaragua.
Muchos migrantes recurren a los servicios de “coyotes” o traficantes de personas que les cobran hasta USD 1.000 por persona, prometiéndoles llevarlos a Honduras a través de Nicaragua. A menudo, estos “coyotes” abandonan a los migrantes en la selva o los entregan a los asaltantes. La semana pasada, cerca de la frontera entre Costa Rica y Nicaragua se encontraron los restos de diez personas, presuntamente de nacionalidades africanas (se conjetura que al menos la mitad de ellos eran haitianos). Otras dos personas regresaron a Costa Rica con graves heridas de bala infligidas por traficantes.
Muchos migrantes han sido engañados más de una vez y regresan a Costa Rica para recibir alimentos, refugio y transferencias de fondos de familiares o amigos. Sin embargo, algunos no son tan afortunados.
Empleados de la OIM visitaron el campamento en la frontera para informar a los migrantes varados acerca de sus opciones para una migración regular y segura, entre estas, la posibilidad de retorno gratuito a algún país del que sean ciudadanos o en el que tengan derecho a trabajar. Además, la OIM les informó que las personas que tengan temores bien fundados de ser perseguidos tienen la opción de solicitar asilo y la condición de refugiado.

“Costa Rica ha sido muy generosa, pero actualmente está abrumada. Muchos de los migrantes varados en este país vendieron todo lo que tenían para pagar lo que esperaban sería un viaje hacia una vida mejor. Además, muchos están traumatizados por los abusos que han sufrido. En este punto, lo que muchos desean es retornar a su lugar de origen, pero no tienen los recursos para hacerlo”, declaró el Jefe de Misión de la OIM de Costa Rica, Roeland de Wilde.
Oim
www.miguelimigrante.blogspot.com

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